Capitulo 6
Antes de empezar a leer estuve pensando en como aquel primer día después de mí metamorfosis de hombre a mujer transcurrió rápidamente entre las múltiples salidas que tuve y el quehacer que mi mamá me había dicho que me tocaba, y que como si fuera lo mas natural lo había podido hacer, sin duda la memoria muscular de mi nuevo cuerpo de mujer, me había ayudado a que todas esas tareas las hiciera mas fácil y me costara menos trabajo que antes y comenzaba a sentirme de lo mas femenina haciendo labores que en mi pensamiento machista consideraba que eran tareas de mujeres. Mi fuerza había bajado y me daba cuenta porque al tomar cosas que antes las tomaba con facilidad, ahora me costaba muchísimo y me quejaba como lo hacia una niña con una naturalidad espontanea, al hacer cada esfuerzo físico en los quehaceres del hogar. Podía ver mis manos mas pequeñas y delicadas y de mis dedos, uñas un poco largas, pintadas de un tono rosa palo y con un anillo en cada mano, además llevaba una pulsera, que estorbaba un poco en todo lo que estaba haciendo.
Al agacharme por alguna cosa podía sentir el peso de mis senos, que al principio me incomodaba, pero poco a poco me iba acostumbrando a tenerlos, eso me gustaba, ya que, me hacían recordar mi situación de mujer y como me iba adaptando muy bien a todo esto, me daban mucha seguridad y me hacían sentir femenina y mujer todo el tiempo.
Mi mente delante del diario solo daba vueltas e imaginaba la vida que tendría a partir de este día y recordaba los besos de Robert que me había dado, y de que manera había provocado que mi cuerpo reaccionara regalándome sensaciones deliciosas que como hombre jamas había experimentado algo parecido, creo que eso podría ayudar mas al hecho de que este abrazando esta nueva faceta de mi vida tan fácil y me este encantando esto de ser ahora una mujer. Y sólo el recordar todo aquello, me producía unas cosquillas entre mis piernas y sentía como si unas gotas emanaran de mi vagina humedeciendo mi calzoncito, quizás era por lo novedoso de experimentarlo, pero esto me estaba encantando.
Que más podía pedir luego de ser un hombre perdedor que ni siquiera había terminado la carrera, sin suerte en el amor y que pasaba desapercibido por la vida, y ahora me había convertido de la noche a la mañana en una mujer linda, profesionista, tomada en cuenta, deseada, viviendo en mi mismo hogar de toda la vida como si siempre hubiese sido así.
Sonreí y estaba en serio feliz por todo lo que estaba pasando, pero debía conocer lo que mi vida romántica me esperaba, y ahora si, me puse a leer.
Después de unas hojas donde decía cosas mas sobre mis sentimientos hacia Robert, mi respiración se agito al leer lo siguiente:
“Ayer hice el amor por primera vez, después de ir a una fiesta que estaba un tanto aburrida <3 Robert <3 y yo nos fuimos a su casa, en compañía de unos amigos, nos tomamos unos tragos mientras hablábamos de cosas que nos hacían reír, no sé si por que en serio eran divertidas o porque el alcohol había hecho efecto en nosotros”.
“Después de un rato mas en su casa, la primera en irse fue Laura junto a su novio, se despidió de mi diciéndome que me cuidara, luego Paola junto a Pedro se fueron también a una de sus casas, pero se me hizo chistoso igual que se iban riendo seguro, producto de todo lo que tomaron”.
“<3 Robert <3 y yo nos quedamos al final solos, en el sillón de la sala de su casa y entre broma y broma empezamos a jugar cariñosamente, entonces lo mire a los ojos y el también y me dijo “¿Y si nos besamos?” y no, yo con mis ojitos emocionada no sabia que hacer y pues solo cerré los ojos, y pum de repente sentí sus labios encontrándose con los mios y sentí un calorcito llenándome y el todo lindo con el beso, <3 lo disfrute mucho <3 y ¿Sabes, querido diario? Nosotros nunca hemos sido novios oficialmente, creo que el termino que usaría con el es el de Amigos con derecho, no se si algún día daremos el paso, pero así estoy bien en este momento <3”.
Y luego al siguiente día decía: “El día de hoy no se que paso, pero no sentí ganas de hablar con <3 Robert <3, el me quiso buscar y quería que habláramos de lo sucedido en su casa, pero la verdad, sentí miedo de lo que me quería decir, ¿Diario, lo estoy haciendo mal? T_T”, Dios solo puedo pensar sin duda que esta Jazmín la esta regando en esta situación ¿En quien me convertí?.
Al seguir leyendo, por varios días pasaba de pensar todo el día en Robert a ni mencionarlo para nada y hasta uno que otro día lloraba porque Robert no me hacia caso, pero una semana después paso esto: “El día de hoy <3 Robert <3 me invito al cine y pues de ahí nos fuimos de nuevo a su casa, el iba a estar solo y todo comenzó como la vez pasada, sus besos me fueron envolviendo poco a poco y entre susurros y frases dulces creí caer en sus brazos, me tumbó sobre el sillón y comenzó a tocarme mis senos, sus manos me rodeaban y poco a poco me fue quitando la blusa quedando solo en mi bra, haciéndome desconcertar y provocándome un nerviosismo que no podía controlar. Ni cuenta me di, cuando ya me había quitado el bra y su boca se apoderaba de una de mis tetas haciéndome gemir de un placer que no podía describir”.
Todo esto que leía aunque me desconcertaba, porque ya no sabia quien de los dos era el malo en esta situación, si me había provocado una excitación increíble, no podía creer que la protagonista de esta historia fuera mi ahora yo, parecía increíble pero lo era, y sentía la frustración de no haber estado allí en ese momento para haber disfrutado de la manera que se lee que lo hice y cada frase que iba leyendo de como Robert me había tocado y me había hecho disfrutar, hacía encenderme más aún y llevé mis dedos instintivamente a mi vagina sintiendo el calor y su humedad entre el grosor de los vellos púbicos y mirar mi mano bajar por debajo de los leggins y perdiéndose por dentro y ver mis calzoncitos por encimita, me daba una imagen llena de sensualidad y eso me excitó mucho más.
Y el solo pensar que ahora era una mujer y podía probar lo que era la masturbación femenina hizo que llegara al clímax, hacia los movimientos adecuados sin pensar y me provocaba los mas deliciosos placeres sexuales que nunca había experimentado en la vida y que daba gracias por poder vivirlos. A lo lejos creí escuchar el ruido de la puerta en la habitación de mi hermano que decidí ignorar porque no podía aguantar mas mis gemidos de placer con cada movimiento de mis dedos, haciendo que el placer sublime me llenara en un único y lujurioso placer llenándome de una dicha indescriptible. Y cada que podía continuaba leyendo esto que un día supuestamente escribí en aquel diario que había sido cómplice de mi primera vez, cuyas letras continuaban diciendo:
“Nos fuimos a su cuarto y <3 Robert <3 me acabo de desnudar entre tiernos susurros y dulces besos acompañado de mimos, y me encontré de pronto totalmente desnuda a merced de su cuerpo que también se encontraba desnudo. Me preguntó si quería, lo que yo le respondí que sí, pero que estaba muy nerviosa. Él me tranquilizó, en forma tierna y me hizo suya. ¿Sentí dolor al momento de perder mi virginidad? Creo que sí, pero todo se me olvido al momento de comenzar a disfrutar aquella primera vez, <3 mi primera vez <3, y así sentí ese placer del que tanto mis amigas, que ya lo habían hecho, lo platicaban orgullosas de haber dejado de ser vírgenes”.
Mientras tanto, yo no dejaba de acariciarme, el placer iba en aumento al imaginarme todo lo que allí estaba escrito, las cosas que había vivido Jazmín y que yo no, pero que ahora ya conocía y solo podía imaginar que vivía. Sentía como de mi salían los jugos vaginales en cada movimiento sincronizado de mis dedos introducidos entre los labios vaginales haciendo que mis caderas se movieran en forma inconsciente presas del deleite producido por mis caricias manuales, mientras en el espejo veía mi rostro enrojecido y mi mirada desencajada mordiéndome los labios sin poder contener ese deseo imparable del que ahora mismo era presa. Pensé nuevamente en toda esa situación, y apuré el movimiento de mis dedos guiándome por ese cosquilleo que sentía, logrando una satisfacción inimaginable y que llenaba todo mi ser. Cerré los ojos e imaginé una verga entrándome por mi vagina a tiempo que hundía aún más, dos de mis dedos empapados de jugos vaginales, entonces sentí un cosquilleo tan agradable que no quería parar luego un temblor que sacudió todo mi cuerpo. Con una mano me sostuve en el espejo mientras que la otra aun se perdía en mi ahora rincón lujurioso y sollocé de júbilo al sentir un alivio desbordante de satisfacción mientras al mas leve roce de mis dedos en los labios de mi sexo me producían un gocé mayor, quería seguir, no quería dejar de disfrutar de aquel placer nuevo para mí, entonces supe lo que era un orgasmo femenino.
Termine agotada, deje mi diario en la mesita al lado de mi cama y termine profundamente dormida.
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