Mucho se ha escrito, desde el terreno de la sociología, sobre la transición de las relaciones
amorosas y sociales, a partir del desarrollo de las tecnologías, pero ninguna
computadora hubiera podido anticipar lo que estaba a punto de sucederme y sobre
todo la transición de la que formaría parte.
Muy dentro de mí lo amaba, de eso estaba seguro, pero si tan
solo Luis fuera mujer o yo realmente fuera alejandrina se que seriamos felices
pensé al leer aquella frase.
“cariño tu cuerpo no es rosa como tu alma”
No continúe leyendo la carta me detuve a leer y releer
aquella frase, algo dentro de mí se asustaba de que realmente tenia la
personalidad de una chica o me había metido tanto en el papel que conseguía
creerme que era una chica, pero algo muy dentro de mi estaba asustado, debí
haberme equivocado escribí algo que denoto mi masculinidad, debí escribir
contento en vez de contenta.
El miedo se apoderaba de mi mas y mas, con la carpeta llena
con sus mensajes y los míos detenidamente examine cada uno, palabra por palabra,
la tarde dio paso al crepúsculo de una clara y estrellada noche, había
terminado pero no habían errores, el sabía algo que yo nunca dije, así que decidí
leer el correo.
“claro que si cariño, a pesar
de que tu cuerpo no es rosa como tu alma, pero pronto eso cambiara.
Me encantan las mujeres con
manos no muy grandes, no muy pequeñas, delgadas delicadas y frágiles, llenas de
la esencia femenina, gracias a esas uñas largas que suelen usar y alargan sus
contornos.
Seguro estoy que me podrías
sextear una foto de tus delicadas manos que seguro son como las que acabo de
describir, esperare toda la noche a que respondas este correo, mi bella
alejandrina, se que eres tal y como te describo por que así veo tu interior tan
femenino aun que no lo sea por fuera pero eso estará a punto de cambiar
Siempre tuyo Luis”.
Cambiar como si pudiera cambiar
algo, comencé a escribir tan apasionadamente que cuenta no me di que mis manos
crujían como quien se truena los dedos.
Mire la pantalla todas aquellas
palabras estaban mal escritas no tenían coherencia intente borrar pero algo
pasaba mi dedo no tocaba la tecla y fue entonces donde un impresionante suceso
tomo lugar dentro de mí.
Un grito como el de una chica,
pero con voz ronca, fue exhalado desde mis pulmones al ver aquellas delicadas y
femeninas manos, aquella mano que podía sostener un balón de basquetbol ahora
era una bella y delicada mano de mujer, toda la carta que estaba a punto de
enviar no fue escrita correctamente ya que las uñas delicadas y largas
presionaban otras teclas.
Me dirigí al sanitario, saque
un cortaúñas y pronto las uñas habían desaparecido, pero al salir del sanitario
nuevamente me encontré con dificultades no podía cerrar bien la perilla del
baño, ahí estaban nuevamente las uñas del mismo largo y delicadas, accedí
rápidamente al baño para comprobar que aun el montón de uñas estaba la basura,
el terror se apodero de mi.
Tenía que solucionar esto porque
me estaba volviendo loco, no podía revelar que mis manos ahora eran de mujer y
menos a Luis aun que hubiera tenido algo que ver, más bien tenía que hacer un
comentario extraño y obtener información de él.
“querido Luis, parece que
estuvieras espiándome porque así tengo las manos, algo curioso sucedió,
terminaba de arreglar mis uñas cuando recibí tu correo, y entonces ahí estaban
nuevamente largas mis uñas, reiteradas ocasiones las corte y nuevamente
aparecían largas.
No lo entendí pero tuvo algo
que ver con tu correo.
Te quiere Alejandrina”
Si parecía algo inocente y tonta
seguramente creería lo que decía y volvería las cosas a la normalidad.
Acaso Luis estaba enamorado de mi, seguramente me había
investigado y de esa manera sabía que era hombre pero de eso a convertirme
pedazo a pedazo en una chica había una distancia muy grande, pero que estoy
diciendo el me amaba o creía amarme, a pesar de que el amor ha sido siempre lo
mismo, según demuestran los Amantes Fósiles, enredados en un abrazo que 6 mil años
no consiguieron deshacer, no era suficiente razón para que me hiciera esto,
batallar con manos pequeñas y delicadas que ahora demandaban más cuidado de
todo mi cuerpo y el ambiente.
Creo que fue en un libro del doctor Federico Ortiz Quezada donde leí
que la Internet marca el retorno del amor cortés y, en efecto, existe más de un
paralelismo entre ambos, para empezar, el que los “amantes” interactúen a
través de un protocolo preestablecido y que el contacto carnal sea, a fin de cuentas, lo menos importante, lo importante es
la imaginación para creer que la otra persona es quien dice ser y no cualquier
otra persona.
El solo hecho de pensar en las posibilidades no solo convertía
a este amor en intangible también lo hacía inolvidable, la variante es que la construcción a la que obliga el cibesperacio es doble: idealizamos
no sólo al ente, también a su aspecto.
Y era esa idealización sobre mi y sobre lo que conté, lo que
dije, lo que invente, lo que ahora se ponía en mi contra, esperaba y esperaba
desesperadamente, ya sabía escribir un correo electrónico siempre lleva su
tiempo y más cuando tienes todo el que quieres para poder pensar las palabras
correctas, palabras que me llenaran de miedo o amor a una persona.
Pensaba todo eso cuando mi mente fue abrumada por el sonido
de mensaje de correo nuevo entrando en la bandeja de entrada, usted tiene un
correo, decía el pequeño Merlín que conservaba de mis épocas de Windows 98
donde un pequeño mago alegraba todo lo que hacías en la pantalla e incluso te
avisaba de los correos nuevos.
“querida alejandrina, no sabía que tus uñas no eran largas,
te pido disculpas pero es que tu eres mi mujer ideal y quiero que lo seas aun
mas, dijiste que eras morena pero me encantan las mujeres con una piel blanca y
tersa como la que describiste de tus amigas, sin ninguna imperfección sin ningún
vello corporal ni siquiera en tus zonas privadas, una piel que parezca la de un
bebe tal y como dijiste que la tenias, además sé que me dijiste que tienes lonjitas
pero sé que se pueden quitar a mi me encantan las mujeres delgadas con vientres
planos como el que pronto tendrás, curvas en la cintura que realcen el que uses
vestidos ajustados, me encantaría que ahora si me mandaras una foto tuya,
siempre tuyo Luis”
Un increíble asco salía de mis entrañas haciéndome correr al baño donde el azulejo pronto quedo manchado con mis entrañas las cuales parecían escapar de mi cuerpo, vi aquellas delicadas manos que tenia convertidas en bellas esculturas blancas al igual que casi toda la piel de mi cuerpo, el vomito quedaba adornado de toda la barba que tenia y la enorme cantidad de vellosidad que tenia, sin fuerzas me levante para descubrir que ahora era un tipo delgado con un vientre y curvas en la cintura como una mujer, mi cuerpo entero era pálido y depilado, esto se había salido de control y debía remediarlo pronto.