miércoles, 25 de septiembre de 2013

AMOR INTANGIBLE TG 3

primero que nada buenas noches a todos en el blog y quiero pedirles una disculpa por no haber publicado en tanto tiempo pero tuve unos pequeños problemas primero personales y luego con algunos seguidores de indira y despues con unos chicos que se llaman la comunidad, pero por fin mi esposo me ayudo a terminar este pequeño borrador que tenia y aun que este capitulo es pequeño les prometo que el siguiente sera largo, como la sugerencia de muchos fue que escribiera mas como indira escribia espero les guste esta parte de la historia, como saben cualquier comentario lo pueden dejar al final y yo misma los atendere a la brevedad.


Pensé conocer todo acerca de la transformación desde Darwin con su evolución hasta la transformación del interior de Gandhi, pero nunca pude imaginar que aquello que comencé terminaría transformándome de esta forma.

Un simple portalápices con algunas plumas junto a una computadora todo en uno era todo lo que adornaba aquel escritorio grande y de caoba que me había heredado mi bisabuelo, desde que el general Porfirio se lo había dado como regalo, y simplemente asustado camine hacia la silla que se encontraba aun girando después de haber corrido hasta el baño, por lo menos 20 kilos de mis entrañas estaban en el piso del baño, después de tener aquel cuerpo gordo y flácido, de mis caderas hasta mi pecho eran de una chica delgada con el vientre plano, aun no tenia bubíes pero no iba a esperar a que pasara.

No era mas que una mezcla de persona totalmente rara y amorfa que se tambaleaba aun hacia aquella silla pensando que no quería que aquella transformación continuase, con aquellas delicadas y ahora blancas manos, iguales al color albino y textura tersa que mostraba mi cuerpo me dispuse a escribir seriamente.

“Espera no se que estes haciendo pero no me gusta que cada que me dices lo que te gusta de una mujer mi cuerpo cambie, creo que las mujeres nos sentimos bien con nosotras mismas y no debes hacer mas cambios.”

Era una simple carta apresurada que demostraba literalmente lo que sentía, aun que odiaba referirme en esta carta a mi mismo como mujer pero debía hacerlo, comencé este afán intangible como el amor que el sentía por mi, pero de alguna manera me preguntaba si realmente esta transformación lo único que hacia era mostrar aquella parte de mi que estaba oculta, si de verdad me gustaban los hombres y el interior que tenia era de mujer, tanto que había logrado que un hombre se enamorase de mi.

Los minutos pasaban, las manecillas de aquel reloj de pared que había intentado reparar hacían sonar cada segundo en aquella habiacion, que era la mas alta de toda la casa y amplificaba las ondas sonoras de cada segundo haciendo retumbar como pequeños tambores aquel tic tac del tiempo que pasaba lento, mientras veía mi cuerpo amorfo solo en bóxers, ahí sentado esperando ese correo.

Las horas pasaron, programas de infomerciales enteros sobre brasieres de nueva generación y mi mente solo llenándose de ideas absurdas de que eso tendría que vestir si esta situación no se solucionaba.

El silencio de las calles ahora se apoderaba también de la casa mientras que solo aquel sonido de las manecillas y el ventilador de la computadora llenaban el ambiente obscuro de la habitación, misticas sombras se formaban en el techo por el movimiento de la sombra de los arboles con las luces de las aceras que de pronto hacían zonas mas de lo normal las pequeñas gotas de lluvia que había comenzado a caer a estas horas de la noche y las cuales fueron interrumpidas por un sonido conocido, tenia un email.

“disculpa mi bella dama pero solo no puedo dejar de amarte en mi mente e imaginarte ahí sentada en tu silla viendo que mi idea sobre ti es perfecta, me encantan tus perfectos senos redondos 36 B, con esos grandes y perfectos pezones rosados
, que si bien no son muy grandes hacen lucir genial aquel delicado cuello y esos pequeños hombros que resaltan tus brasos largos y perfectos, no imagino estar ahí para tocar esas delgadas piernas y que uses esos tacones en tus pies pequeños que tanto me dijiste que usabas.

Espero verte pasado mañana mi bella chica, te llevare la ropa para nuestro encuentro”

Aquellas palabras habían hecho grande el miedo que sentía con respecto a esta transformación, asi que simplemente fui a mi cama, casi arrastrándome debido a que mis piernas parecían no tener huesos, el peso se volvia cada ves mayor mientras que mis manos ya no soportaban el peso de mi cuerpo, sentía como una gran fuerza, jalaba hacia el piso mis pezones haciéndolos sentirse pesados, solamente puedo decir que a centímetros de la cama ahí estaba tirado en el piso y sin embargo parecía que algo en mi pecho me mantenía a centímetros de el.


El sonido de la lluvia intensificada sonaba ahora contra las ventanas mientras que mi cuerpo simplemente estaba ahí, quieto e inmóvil, mi mente divagaba mientras podía jurar que los huesos de mis piernas y manos nuevamente comenzaban a crecer, sentía mis caderas moverse y mi espalda arquearse ligeramente, pero al final simplemente el sueño y la desesperación me vencieron.